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Comercio online: comunicación y confianza

Paulatinamente, el nexo entre comercio y comunicación va evidenciando su importancia y su potencial para captar la preferencia de los consumidores. Los medios convencionales de comercio se caracterizaban por una dinámica unilateral, donde el vendedor se afanaba en enumerar las características de un artículo a un solo consumidor. A la larga, esto sólo impacientaba al público, y eventualmente cancelaba toda posibilidad de concretar la venta.

Cualquier actividad humana está cimentada en la comunicación y el entendimiento, y el comercio no esta exento de estos factores. Por el contrario, la mercadotecnia, por medio de su estrecha vinculación con la publicidad, es ya una forma de establecer contacto y entendimiento entre las personas, incluso entre habitantes de lugares remotos, gracias a la red. Se puede considerar, por lo tanto, como una manifestación cultural de primer orden.

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Entender al cliente

Todo producto ofertado debe corresponder a una necesidad del público. No existe un artículo a la venta que no esté enfocado a solventar el requerimiento de un sector de consumidores. Por consiguiente, en la medida en que identifiquemos estas necesidades, podremos satisfacerlas con la venta de nuestros productos. Pero como hemos comentado anteriormente, los métodos ortodoxos de mercadotecnia, a pesar de que teóricamente abordan esta necesidad, no contemplan a los medios materiales para llevarlo a la práctica.

Sin embargo, la irrupción de los medios de comunicación virtual, como Internet, han modificado esta circunstancia. Hoy por hoy, gracias a la red, no sólo es posible entender lo que el cliente solicita, sino que además, se puede manejar un intercambio de perspectivas de manera continua, con los consumidores y así trabajar nuestra producción de acuerdo a lo que soliciten.

Comunicación fructífera

Se trata de mantener un vínculo con los consumidores, un contacto amigable, abierto y atento. Ésta es una ventaja enorme que sólo Internet puede brindar a los emprendedores que utilizan sus posibilidades comerciales. Los mecanismos usuales de ventas siempre buscaron como meta lo que Internet desde un inicio nos facilita: un medio sencillo y económico de estrechar vínculos con los consumidores. Y ésta es sólo una ventaja parcial: los alcances de la interactividad son insospechados, y al cabo de cierto tiempo, se podrán realizar visitas virtuales, en tres dimensiones, a tiendas online.

Los flujos de información proporcionados al consumidor serán tan valiosos como el propio producto. El tren del comercio del nuevo milenio está a punto de partir. No hay que perderlo sino aventurarnos en su trayectoria infinita y provechosa para todos.