La palabra crowdfunding ha empezado a sonar con fuerza en los últimos meses, y es una forma de financiación a la que debemos prestar mucha atención si vamos a crear una tienda online sin contar con demasiado presupuesto inicial. Es, probablemente, uno de los usos más inteligentes de las tecnologías de la comunicación actuales, y aprovecha a la perfección las numerosas posibilidades de difusión e interacción que permiten las redes, conocidas ya como 2.0 precisamente por estas características.
Si descomponemos el término en inglés, nos encontramos con que se trata de algo así como “financiación de la masa”. En realidad, el crowdfunding es algo tan sencillo como la búsqueda de microdonaciones y participaciones de cualquier persona o empresa a lo largo del mundo, con el objetivo de poner en marcha nuestro proyecto. Para ello, se utilizan páginas que nos sirven como escaparate: sólo hemos de registrarnos, presentar nuestra iniciativa (puede ser un proyecto empresarial o cultural, un nuevo comercio… cualquier cosa que se nos ocurra y que precise de medios económicos) y ofrecer diferentes participaciones en ella, con las que se obtendrán “recompensas”. Por ejemplo, si queremos montar una librería online y alguien nos dona cinco euros, obtendrá de regalo un e-book; por una donación de diez euros, se regalarían tres e-books… De esta manera, cada uno libremente escoge la cantidad con la que quiere participar en el proyecto. Esto permite que cualquier persona pueda convertirse en “accionista” con una cantidad ínfima de dinero. Naturalmente, para llamar la atención, lo ideal es ir poniendo recompensas mejores cuanto mayor sea la cifra donada.
Aunque puede parecer un proceso lento, una buena campaña de crowdfunding, acompañada de su correspondiente difusión en redes sociales, blogs y similares, puede llegar a proporcionar la financiación necesaria de manera muy rápida y sencilla. Se eliminan los intermediarios (el único elemento mediador es, claro está, la página que utilicemos para mostrar nuestro proyecto) y se fomenta la interacción y el feedback directo con los consumidores. Hoy en día son muchos los que eligen esta manera de obtener fondos: desde productos culturales y de ocio (películas, libros, videojuegos) hasta todo tipo de empresas, son numerosos los ejemplos exitosos que se han producido en los últimos meses.
Existen muchas páginas en inglés dedicadas al ámbito del crowdfunding. La más conocida es Kickstarter. Hoy os vamos a dejar con algunas direcciones en español:
–Lánzanos, una de las pioneras, en la que colabora el diario Público.
–Idea.me, especializada en los países latinos.