Podríamos pensar que el fraude está a la orden del día para las tiendas online, teniendo en cuenta que Internet suele ser un hervidero de prácticas de este tipo. Sin embargo, los resultados del Informe sobre Medios de Pago y Fraude en Comercio Electrónico 2012, que ha sido encargado por Asociación Española de la Economía Digital para medir el comportamiento del sector en el pasado año y predecir su evolución para 2013, arrojan resultados al menos esperanzadores: apenas el 0,5% de la facturación de las tiendas online consultadas se ve afectada por mecanismos fraudulentos. Y eso que el 75% indica que no tiene ninguna medida para prevenir estas prácticas.
Aunque estemos ante resultados tan bajos, no debemos bajar la guardia. Es cierto que los fraudes no afectan tanto a las tiendas online como a las tradicionales, o al menos no a las pymes y pequeñas empresas; cuando hablamos de tiendas de objetos de lujo es más habitual oír hablar de estafas, o incluso a gran escala (compañías de tanto renombre como Sony o Nintendo han caído ante ellas en los últimos años). Sin embargo, no está de más que nos aseguremos de blindarnos contra los fraudes. El común pensamiento de que «esas cosas siempre le pasan a otro» puede salirnos muy caro, nunca mejor dicho.
¿Cuál es la mejor manera de protegernos contra el fraude? Evidentemente, lo primero que tendremos que hacer (que además es uno de los primeros pasos cuando empezamos a planificar nuestra tienda online) es escoger sistemas de pago verificados y debidamente protegidos. Paypal es una de las opciones preferentes en este sentido: las garantías que nos ofrece para asegurarnos contra las prácticas fraudulentas están fuera de toda duda, y se ha convertido en un modelo a seguir para otras empresas afines que han ido surgiendo en los últimos años. Aunque sigue siendo, según los resultados que recoge el informe antes citado, el tercer método preferido en materia de comercio electrónico: antes se encuentran el TPV virtual y la tradicional transferencia bancaria. Estos dos, si bien también se encuentran protegidos contra el fraude gracias a las entidades de las que dependen, no son tan fiables en ese sentido.
Existen numerosas empresas que nos facilitarán sistemas de observación de nuestra tienda online para prevenir posibles prácticas fraudulentas. Aunque suponga una inversión adicional que en un primer momento no hayamos considerado, no está de más contemplarlas en el presupuesto si comenzamos a facturar lo suficiente. Cuanto mayor sea nuestra actividad, más posibilidades habrá de que nos situemos en el punto de mira de los estafadores.