Internet ha cambiado por completo los estilos de vida que llevan las personas de a pie. La gran cantidad de información que tiene la gente a su disposición ha provocado que no puedan estar ni un minuto quietos. El comercio basado en la red, más conocido como comercio electrónico, también ha hecho que las empresas deban poner en marcha nuevas estrategias.
En un principio, son las propias compañías las que venden sus productos a los consumidores creando tiendas en línea. Sin embargo, no hay limitaciones, por lo que las estrategias han tenido que dividirse en varios conceptos, definidos como B2B, B2C y C2C. Es imprescindible conocerlos para darse cuenta de cómo se puede utilizar el ecommerce en la actualidad.
Esto es lo que esconden:
- B2B: el B2B, o Business to Business, es uno de los métodos de comercio electrónico más utilizados en la actualidad. Consiste en que una empresa ofrezca sus servicios a otra. De esta manera, se ponen en marcha varias direcciones web gracias a las que una compañía puede contratar los productos o servicios de su compañera. Las plataformas suelen ser cerradas, lo que facilita un objetivo muy simple y concreto, y además abarata costes.
- B2C: Business to Consumer, es decir, las empresas venden sus productos a los consumidores. El negocio de toda la vida, pero llevado a Internet. Por supuesto, se realiza un contrato, aunque no es necesario estar presentes físicamente. Entre otras cosas porque no se abren delegaciones y todo se hace por Internet creando una tienda online. También se abaratan costes, lo cual suele llegar al consumidor final en forma de precios más bajos.
- C2C: sin duda, el Consumer to Consumer es el modelo que más popular se ha hecho durante los últimos meses. Hablo del modelo de comercio electrónico que facilita la compra-venta de artículos entre particulares. Generalmente se realiza a través de una plataforma dedicada, aunque también existen muchos medios más pequeños para facilitarla. Se suele obtener una pequeña comisión, aunque los costes son prácticamente nulos.
Por supuesto, los modelos de comercio electrónico siguen creciendo a un ritmo vertiginoso, lo que significa que el ecommerce sigue evolucionando de una manera u otra. Depende tanto de empresas como de particulares adaptarse a esas modificaciones, las cuales son bastante ventajosas para los dos agentes.
El comercio electrónico ha revolucionado la manera de comprar y vender artículos. Aunque, eso sí, todavía queda mucho trabajo para que llegue a ser un método perfecto de compra-venta en internet.