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Una tienda online abandonada no vende

Puede parecer una afirmación demasiado obvia, aunque habrá personas que piensen que esto no es totalmente cierto, pero la realidad es que una tienda online a la que no se le presta atención no puede tener los mismos resultados (ni asomarse si quiera) a otra tienda online “no abandonada”.

Y abandonada no quiere decir totalmente abandonada. Puedes tener tu tienda online, a la que no le haces absolutamente nada, que tiene sus clientes, recibes los pedidos, los pagos, los envías y listo. Esto puede considerarse estado de abandono porque no se hace nada más. Aunque es cierto que a algunos les funciona (es posible que en un tiempo no, porque venga una tienda que lo revolucione todo).

Abandonada puede significar no actualizar los contenidos, tenerlo todo tal cual, que el cliente siempre que se pase por la tienda vea lo mismo. Abandonada puede significar no rotar los productos, no hacer promociones ni ofertas, tener siempre los mismos productos o ni si quiera quitar productos que ya están descatalogados. Abandonada puede significar no cambiar el diseño nunca, incluso cuando éste deja de tener sentido. Puede querer decir muchas cosas, y cada una de ellas puede tener sus consecuencias, tarde o temprano. Si tu tienda es única en lo que vende, puede que siga vendiendo, pero si llega competencia podría llegar a tener serias dificultades para mantener las ventas, por lo que “no hay que dormirse en los laureles”.

A veces, decimos que una tienda está abandonada si deja de promocionarse, si no se anuncia, si simplemente se dedica a mantener los clientes que ya tiene porque los considera suficientes y vuelven con cierta frecuencia. Si lo pensamos bien, pueden existir tantos significados con respecto a la frase inicial que tenemos que profundizar más en la tienda de la que hablamos para ver si le puede ir bien así durante mucho tiempo o está destinada al fracaso.

Lo que está claro es que si un negocio no se trabaja, ni no se busca constantemente el cambio y la mejora, puede llegar un momento en que sea demasiado tarde para pensar en eso. Por eso, debemos mimar nuestros negocios para poder mantenerlos vivos durante mucho tiempo.